El Cementerio Municipal, lleno de historias y mausoleos de mediados del siglo pasado
La Administración del Cementerio Municipal de Riobamba está llevando a cabo un cronograma de adecentamiento de este Campo Santo, de acuerdo con una planificación semanal. Estos trabajos son realizados por varias cuadrillas con el fin de mantener las casi seis hectáreas limpias, para acoger la presencia de los familiares y amigos que acuden a visitar las tumbas de sus seres queridos que descansan en paz.
Para precautelar la integridad de los visitantes y de los bienes dentro del Cementerio, ya sean floreros, copones, estatuas u otros objetos que adornan las lápidas, hay varios efectivos del Cuerpo de Agentes de Control Municipal realizando rondas y recorridos.
Es importante recordar a la ciudadanía que también es responsabilidad de quienes visitan este campo santo mantenerlo limpio, colocando los desperdicios, basura y flores marchitas en los tachos o contenedores distribuidos en el lugar.
El Cementerio de Riobamba data de 1903. Fue construido por la iglesia y entregado en 1928 al régimen municipal de entonces, finalizando la construcción del anfiteatro bajo los planos presentados por los hermanos Tormen, de nacionalidad italiana, así como varios mausoleos de distinguidas familias de esa época.
En este Campo Santo descansan varios personajes representativos de Riobamba, como la reconocida escritora Luz Elisa Borja, Luis Alberto Borja, Marcelo Suárez, héroe del Cenepa, Octavio Mancheno, quien falleció en la Batalla de Yaguachi el 18 de enero de 1912, Miguel Ángel León, así como otros riobambeños ilustres.
Quienes visitan este lugar pueden recorrer sus pasillos y admirar los majestuosos mausoleos, así como revivir las más tradicionales historias y leyendas, como la del Niño, de La Monja, la de la pareja de alemanes, entre otras, que hacen especial a este Cementerio Municipal.
